Diferencia entre mandarina y clementina: Todo lo que necesitas saber

Debido a su parecido físico muchas personas llaman por igual a la mandarina y clementina a pesar de su diferencia. La popularidad y el uso de estas frutas es muy elevado debido a los grandes beneficios que aporta y su sabor dulce, sin embargo, es importante conocer las diferencias que existen entre ambas frutas. Cuando tengas claras las diferencias en Take Fruit contamos con la mejor fruta para empresas y oficinas para que elijas las que más te gustan.

Mandarina y clementina diferencia

La principal diferencia se encuentra dentro de la fruta, ya que su apariencia exterior es prácticamente idéntica. Este es el principal motivo por lo que las personas se suelen referir a ambas variedades como mandarinas, pero aquí te vamos a mostrar las principales diferencias y cómo reconocerlas sin necesidad de abrirlas o probarlas.

Cuál es la diferencia entre la mandarina y la clementina: guía completa

La principal diferencia que existe entre la clementina y la mandarina es que la clementina es una variedad de la mandarina. Básicamente existen tres tipos de variedades en la mandarina, la satsuma, ciertos tipos de híbridos y el caso que nos compete, la clementina.

La clementina es la consecuencia del cruce entre mandarinas y naranjas, lo que se conoce como la unión de un mandarino con el polen de un naranjo. Como hemos mencionado, físicamente son muy parecidas, pero basta con abrir la clementina y probarla para notar las diferencias.

Historia y origen de la mandarina y la clementina

La mandarina es una fruta que pertenece a la familia de los cítricos y tiene sus raíces en el continente asiático. Se cree que esta fruta fue cultivada por primera vez hace miles de años y se expandió por todo el mundo, principalmente, gracias a la expansión de la Ruta de la Seda.

Por su parte, el origen de la clementina no está tan claro al existir dos versiones sobre el mismo. Una versión nos remonta al siglo XIX en donde el padre Clemente, un religioso que cuidaba el jardín del orfanato de Misserghim en Argelia se dio cuenta de que se había producido un cruce entre un naranjo y un mandarino.

La otra versión nos habla de su origen en China y de que su historia trata de cientos de años atrás. Algunos expertos coinciden en señalar que la fruta conocida como clementina es idéntica a la variedad de mandarina que se cultiva en Cantón y Guangxi.

Características generales de la mandarina y la clementina

A pesar de que a simple vista estas frutas se pueden confundir, basta con pelar una clementina y probarla para diferenciarlas bien con una mandarina.

La primera diferencia que se percibe es el sabor. Mientras que las mandarinas tienen un sabor característico que tira al ácido, las clementinas son mucho más dulces. De hecho, este es uno de los principales motivos por los cuales algunas personas pueden preferir las clementinas, por el dulzor tan característico con el que cuentan.

La semilla es otra de las características que acompaña a la mandarina, ya que estas cuentan con semilla, pero las clementinas no. En la piel también se aprecian diferencias. La piel de las mandarinas está más pegada a la propia carne de la fruta en comparación a las clementinas. Esto provoca que las mandarinas sean algo más complicadas de pelar a diferencia de las clementinas que salen con una mayor facilidad.

Finalmente, y, a pesar de su cruce con la naranja, la clementina es algo más pequeña que la mandarina. Esto es algo que sorprende porque al relacionarlas con las naranjas se suele pensar que son más grandes, pero es exactamente al revés.

Diferencias nutricionales entre mandarinas y clementinas

Las diferencias nutricionales entre las mandarinas y las clementinas son bastante pequeñas, sin embargo, sí que existen algunas diferencias que se pueden destacar.

Una de las más importantes y en la que muchos consumidores se fijan es en las calorías. La mandarina, a pesar de que es menos dulce, sorprende que tiene más calorías. Una mandarina cuenta con un aporte calórico aproximado de 53 calorías por cada 100 gramos y, por su parte, las clementinas aportan unas 47 calorías, un poquito menos.

En cuanto a las grasas la cantidad de ambas es bastante escasa. La mandarina contiene una cantidad de grasa cercana al 0,1 gramo por cada 100 gramos y en la clementina esta cifra es menor, llegando a tan solo 0.03 gramos por cada 100.

Otra diferencia la encontramos en los azúcares. La clementina es algo más dulce y, a pesar de eso, tiene menos azúcares. Mientras que la mandarina cuenta con entre 10 y 12 gramos de azúcares naturales por cada 100 gramos, la clementina es algo menor llegando a entre 9 y 11 gramos por cada 100.

En cuanto a las vitaminas y minerales no existen diferencias reseñables, pero con el aporte de fibra sí. Las mandarinas suponen un buen aporte de fibra al contar con 2,4 gramos por cada 100, pero la clementina tiene un aporte algo mayor al llegar a los 2.8 gramos.

Temporada de cultivo

La temporada de cultivo también es otra de las principales diferencias que existe entre ambas variedades. Esto se debe a que la temporada de cultivo de la clementina es más tardía que la de las mandarinas. Básicamente, se calcula que la temporada de la clementina comienza entre dos y tres semanas más tarde que la de la mandarina, aunque todos estos aspectos pueden variar dependiendo de la propia variedad de cada una de las frutas.

Usos culinarios

Al tratarse de dos frutas bastante parecidas las diferencias en el uso culinario son bastante sutiles. Debido a que la clementina es algo más dulce y menos ácida se podría emplear en toda clase de recetas que busquen un dulzor más natural.

Lo mismo sucede con la mandarina, ya que el toque de acidez con el que cuenta hace de la mandarina una fruta perfecta para lograr ese contraste de sabores que tanto bien puede hacer al paladar.

Debido a estas diferencias habitualmente se utilizan mandarinas en jugos y salsas además de en platos salados. Por su parte, las clementinas se disfrutan a la perfección por sí solas o también acompañándolas en toda clase de postres.

A pesar de ser muy parecidas entre sí a simple vista, estas dos frutas son muy diferentes. Eso sí, ambas son variedades de la familia de las naranjas, pero con la piel más suelta y de menor tamaño.

La mandarina es más parecida a la naranja. Considerada por muchos una golosina frutal, recibe su nombre por ser el alimento preferido del gobierno chino mandarín.

La clementina es un híbrido entre la mandarina y la naranja amarga, de donde proviene ese sabor agrio – dulce que tiene tan característico.

Veamos cuales son las diferencias que nos ayuden para saber identificarlas y no nos den “gato por liebre”.

El tamaño.- Las clementinas tienen un tamaño un poco más pequeño que las mandarinas.

La piel.- Las mandarinas tienen la piel más pegada a la carne.

Las semillas.- Las mandarinas tienen semillas, las clementinas NO.

El sabor.– Las mandarinas tienen un sabor ácido y las clementinas son más dulces.

La temporada.- Las mandarinas tienen su temporada en otoño mientras que la temporada de las clementinas es a principios de invierno y también es más corta.

Con todo esto, ya podréis diferenciar que tipo de fruta os llega en vuestro reparto semanal a la oficina.

¿Mandarina o clementina?

Facebook
Twitter
Email
Print