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A pesar de ser muy parecidas entre sí a simple vista, estas dos frutas son muy diferentes. Eso sí, ambas son variedades de la familia de las naranjas, pero con la piel más suelta y de menor tamaño.
La mandarina es más parecida a la naranja. Considerada por muchos una golosina frutal, recibe su nombre por ser el alimento preferido del gobierno chino mandarín.
La clementina es un híbrido entre la mandarina y la naranja amarga, de donde proviene ese sabor agrio – dulce que tiene tan característico.
Veamos cuales son las diferencias que nos ayuden para saber identificarlas y no nos den “gato por liebre”.
El tamaño.- Las clementinas tienen un tamaño un poco más pequeño que las mandarinas.
La piel.- Las mandarinas tienen la piel más pegada a la carne.
Las semillas.- Las mandarinas tienen semillas, las clementinas NO.
El sabor.– Las mandarinas tienen un sabor ácido y las clementinas son más dulces.
La temporada.- Las mandarinas tienen su temporada en otoño mientras que la temporada de las clementinas es a principios de invierno y también es más corta.
Con todo esto, ya podréis diferenciar que tipo de fruta os llega en vuestro reparto semanal a la oficina.
¿Mandarina o clementina?
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